jueves, 10 de marzo de 2011

VII Jornadas Nacionales de Cofradías medievales de la Sangre de Cristo




Ponencia.-

La Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, de Lorca: La Procesión del Silencio.-


Historia.-


La devoción y el culto a la Preciosísima Sangre de Jesucristo son de fuerte arraigo en la historia de la Iglesia, alcanzando en la Edad Media un gran apogeo. En España se va a propagar primeramente por Cataluña, donde a finales del siglo XIV San Vicente Ferrer funda, en la iglesia de Nuestra Señora del Pino de Barcelona, la Archicofradía de la Sangre. Será la Orden de la Merced la que hará suya en el siglo XV la propagación del culto a la Sangre de Cristo, apoyando la fundación de instituciones en todos sus conventos con este objetivo devocional, muy especialmente en los de nueva fundación.

En Lorca, aparece la devoción hacía el Misterio Pascual y la Sangre de Jesucristo Crucificado, con la fundación oficial por la Orden Franciscana, en 1590, de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo, cuya existencia constatada desde 1555, ya tenía por finalidad “conseguir tan gran indulgencia y contrición, y mover los corazones de las gentes a piedad con la disciplina y obra (...), haciendo una procesión “el Jueves Santo que provoca a los que no son devotos.....una de las más señaladas procesiones de sangre que se hacen en todo el Reino...disciplinándose y sacándose sangre”.

En 1734 posee el título de “Archicofradía” y dos años más tarde dispone de capilla propia con dos retablos, en la iglesia del antiguo convento de San Francisco de la Puerta de Nogalte de la ciudad de Lorca, fundado en 1561.

Según sus reglas “en los cinco primeros miércoles de Cuaresma se celebrarán ejercicios con sermón en memoria de las cinco primeras llagas de Nuestro Divino Redentor. Todos los años y el primer domingo del mes de julio, día señalado por la Iglesia para conmemorar la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se celebrará solemne función con sermón y posible lucimiento; el otro oficio anual por los cofrades difuntos y la precesión del “Jueves de la Cena”.

En 1863 es cuando se funda la “Hermandad de Nazarenos Coloraos” que continua la devoción por la advocación del Señor de la Sangre, en la iglesia ex convento de San Diego, sita en la barriada de San Cristóbal, teniendo como Imagen Titular al venerado Stmo. Cristo de la Agonía o Cristo de los Terceros, existente en dicho templo con anterioridad a 1741, y que recibía ese nombre por la devoción que le tenía una Orden Tercera de aquel tiempo. Entre sus fundadores, Juan Mariano Sastre y Porlán, Juan de la Cruz Periago, Francisco Méndez Sastre, Gregorio Sánchez Manzanera, Francisco Sastre de Alcaraz y Pedro Agustín Espinosa.

Esta nueva cofradía, aunque tiene sus antecedentes por la advocación que adopta, con la ya totalmente desaparecida Cofradía de la Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo, difiere totalmente de ella y no fue ni un mero traslado de sede canónica ni una restauración.

La Hermandad contaba con una banda de música propia, dirigida por Don Serafín Campoy, compuesta, en casi su totalidad por vecinos del Barrio de San Cristóbal. No tenía procesión propia pero si enviaba representación a las que organizaban las demás Cofradías.

Un año más tarde se crea junto a la Rectoría de San Diego el Asilo de la Hermanitas de los Pobres por Eulogio Saavedra y Pérez de Meca.

En el último tercio del siglo XIX enviaban a las procesiones de Semana Santa una sección de nazarenos vestidos con túnicas y capirotes de felpilla en- carnada –por lo que fue llamado Paso Encarnado- con el estandarte de la Hermandad, firmando como Mayordomos Mariano Sastre y Federico Puche.

En 1904, siendo presidente Eulogio Periago Gómez, se crea un grupo de infantería romana.

En 1905, en el seno de una comisión Pro-Semana Santa, existente dentro de la Municipal de Festejos, en su reunión de 11 de marzo de ese año, el vicepresidente de la comisión, José Mouliaá Ladrón de Guevara y, ante la crisis que pasaban los “morados” y los dos “pasos negros”, además de la problemática de liderazgo de los “azules”, propone que se le dé a la Hermandad de Nuestro Señor de la Sangre, “paso encarnado”, la presidencia de uno de los días de procesión, alegando para ello que “aparte de los pasos Azul y Blanco es la Cofradía que cuenta con más elementos, y es de más brillante porvenir: a sus hermosas túnicas de terciopelo, a su riquísimo estandarte y a su no menos rica bandera, une hoy una típica y bien uniformada infantería romana; si a esta Hermandad se le ayudase por esta Junta con una cantidad más crecida que la que le se da a las demás Hermandades de “Negros” y “Morados”, y se hacen gestiones acerca de los individuos más importantes de esta asociación, ofreciéndose el “Paso Blanco” a facilitarles cuanto de él dependiera para el mayor esplendor de esta moderna Cofradía, es seguro que el “Paso Encarnado” entraría en una nueva etapa de vida”.

En la Semana Santa de este año se celebra, en la noche del Jueves Santo, la primera Procesión del Silencio, recorriendo las principales calles de la populosa barriada de San Cristóbal, con lo que se ve satisfecha la mayor de las aspiraciones de los “coloraos” desde su fundación: presidir una procesión propia, aunque fuera de lo que se conviene en llamar la “carrera oficial” de la ciudad.

Tras años de diversas vicisitudes, la actividad de la Archicofradía va decayendo poco a poco hasta su desaparición, al parecer por la falta de motivación de sus cofrades que no conseguían que se les asignara un día de presidencia, en la “carrera oficial” de la ciudad.

Los “coloraos” se reorganizan en 1935. Se establece un solemne quinario al Cristo titular. El Cristo de la Agonía o de los Terceros sale en procesión el Jueves Santo, a las 12 de la noche, en un trono improvisado por Rafael Sánchez Rebollo, saliendo de la iglesia de San Diego con unos pocos mayordomos y veinte nazarenos con túnicas encarnadas y capuchones negros. El estandarte era una pintura del Titular con un galón dorado realizado por José Barnés, maestro nacional. Se rompe la carroza, las ruedas se salen y las gentes del Barrio, cogen al Cristo “a hombros” y regresan en procesión a la iglesia de San Diego.

En el año 1940, siendo presidente Juan Jódar Poveda (1940-1948), se acuerda trasladar la sede religiosa de esta Archicofradía a la iglesia de San Cristóbal.

La iglesia de San Cristóbal es referencia obligada del Barrio del mismo nombre. En 1627 se documenta la construcción de alguna capilla y será en 1651 cuando se contrate la primera fachada, hoy desaparecida, con el cantero Alonso Pérez Crespo.

Se trata de una obra de líneas sencillas e influencia herreriana patente en el frontón recto partido y las pirámides con bolas. Este modelo de puerta va a ser común en Lorca, perdurando desde comienzos hasta finales del siglo XVII.

Durante toda la segunda mitad del siglo XVII se construyen las capillas laterales y en 1714 se contrata el retablo mayor a Manuel Caro. Entre 1742 y 1744 debieron de ser rehechas la torre, capillas anejas, crucero y bóveda de la capilla mayor.

Antes de que finalizara el siglo XVIII se levantan también la sacristía (de curiosa planta ochavada) y la nueva portada, a modo de retablo y dentro de los gustos del rococó, cuya labra es atribuible a los Uzeta.

La Sacristía es restaurada y dotada de un retablo barroco, de líneas muy sencillas pero de elegante traza, obra de los ebanistas Hijos de Esteban Jiménez, de Baza (Granada), y desde que el 24 de marzo de 2006 es bendecida, se utiliza como Capilla Mayor del Stmo. Cristo de la Sangre.

La iglesia sufrió grandes daños con la riada de 1802 y su torre actual data de la tercera década del XIX. Todo el interior hubo de ser redecorado tras la guerra civil.

Destruida en 1936 la Sagrada Imagen del Titular, en 1948, bajo la presidencia de Juan de la Cruz Periago Arcas (1948-1958), se encarga al escultor valenciano, José Gerique Roig, una nueva talla bendecida posteriormente con el nombre de Stmo. Cristo de la Sangre.

Se viene confundiendo al autor de esta talla con su padre, José Gerique Chús, que también fue escultor.

José Gerique Roig nació en 1894 y falleció en 1980, se formó en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, y residió en Lorca a finales de los 40 y principios de los años 50.

Su gubia esculpe un crucificado vivo de gran dramatismo que iconográficamente es el centro del arte cristiano y, sobre todo, de las cofradías de Pasión. Está representado sobre cruz alborea y fijado a los maderos con tres clavos. Representa a Cristo aún vivo con una expresión en su rostro de logrado realismo, motivado por unas facciones muy afiladas presumiblemente causadas por el sufrimiento padecido. Cabeza ligeramente ladeada y coronada de espinas, el pelo tallado en gruesos mechones, con la mirada perdida y boca entre abierta por la que parece se le escapa su último aliento al decir: aquella su frase: “¡Dios mío!, ¡Dios mío!, ¿Por qué me has abandonado?”. El conjunto de su mirada y la disposición de los dedos índices de sus venerables manos extendidos, y señalando al cielo mostrando en un gesto de ascético dolor el camino de la Salvación y la protección paternal de Dios en el momento más trascendente de la Humanidad. El paño de pureza presenta pequeños pliegues y a la altura de su cadera derecha va suelto y formando vuelo, lo que le imprime a la talla bastante dinamismo. Es de modelado muy suave apreciándose en su tronco los huesos de las costillas. La encarnación es uniforme y pálida, de tonalidades marfileñas, presentando sus sienes, cuello, manos, rodillas y pies ensangrentados. En 2001 fue restaurado por Joaquín Bastida Gil y en el año 2006 se sustituye la cruz primitiva por otra de pino realizada en los talleres de Hijos de Esteban Jiménez, de Baza (Granada), siendo presidente José María Miñarro González (1999-2006).

En principio procesionó sobre trono realizado por el tallista lorquino Pedro Lizarán Moreno, al que se le añadió en 1956 un segundo cuerpo ejecutado por Soriano. Era de estilo neobarroco, con una ornamentación de cartelas que incluían grandes escenas de la Pasión, frondosas trazas vegetales, además de veneras y prominentes modillones en las esquinas, posteriormente rebajados. En 1987 contó con un trono de andas del artista granadino Eduardo Espinosa, en madera tallada y dorada, de sencilla estructura rectangular, en el que destacaban sus placas adornadas con cabezas policromadas. Finalmente, en el 2004 estrenó un trono barroco, asimismo de andas, en madera de cedro, realizado en los talleres de Hijos e Esteban Jiménez, de Baza (Granada).

En 1963 la Archicofradía, presidida por Juan Jódar Tobal (1959-1970), toma la decisión de recuperar la antigua devoción por la advocación de la Stma. Virgen de la Soledad, encargando al afamado imaginero de Pilar de la Horadada, José Sánchez Lozano (1904-1995), una imagen de la Virgen que procesiona por primera vez delante del Stmo. Cristo de la Sangre, en improvisado trono de andas, en la Semana Santa de 1965. El coste de la talla fue de diez mil pesetas, sufragadas por Juan Jódar y su esposa Rosa Aguado Soler que además regaló a la Virgen una corona de plata y pedrería valorada en ocho mil quinientas pesetas.

La talla es una Dolorosa de vestir, de cabeza, manos, pies y peana sobre devanaderas enlienzadas a modo de canastilla o faldón (firmada y fechada su ejecución en la base), siguiendo los registros estéticos de la escultura dieciochesca. Son evidentes los débitos al gran Francisco Salzillo, teniendo además en cuenta la ingente labor restauradora y revitalizadora que de la imaginería barroca hizo gala Sánchez Lozano. Un artista que siempre supo extrapolar la tradición plástica del siglo XVIII al arte religioso del siglo XX. La Sagrada Imagen fue restaurada por el Taller de Verónicas de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia el año 2010, siendo presidente de la Archicofradía Fulgencio Soler Díaz (2006 hasta nuestros días).

En 1966 la Virgen de la Soledad estrena un trono de ruedas realizado en madera tallada y dorada con ornamentación barroca en la que destacaban en sus frentes las recurrentes cartelas con emblemas de la Pasión, que se realiza en los talleres del maestro Bartolomé Gómez, bajo la dirección del ebanista Pedro Lizarán y un artístico manto de terciopelo negro, bordado en oro con dibujo de Emiliano Rojo y dirigido por Concha Sandoval. En 2001 estrenó en la Procesión del Silencio un nuevo trono de alpaca profusamente labrada plateado en plata de mil milésimas envejecida, de estilo neobarroco, con dos candelabros de esquina de cinco brazos y dos de cola con un reparto de doce luces, cada uno, construido en los talleres de Aragón y Pineda, de Motril (Granada). Tras sufrir este trono numerosas e incongruentes modificaciones, el Jueves Santo de 2006 procesiona en este trono previamente adaptado “a andas” por Hijos de Esteban Jiménez, agregándole a los varales sus respectivos “cabezales” y campana de avisos, obra de Aragón y Pineda, portado por un nutrido grupo de mujeres pertenecientes a la Asociación de Damas de la Virgen.

Mención especial por la relevancia de su significado acerca de la Archicofradía es la Solemne Coronación Canónica de la Stma. Virgen de la Soledad que tiene lugar el 8 de noviembre de 2003, en la iglesia de San Cristóbal, celebrando la ceremonia el entonces obispo de Cartagena Don Manuel Ureña Pastor, que dictó el correspondiente Decreto de la Coronación Canónica de la Venerada Imagen, con ocasión del Año del Rosario, el día 7 de octubre de 2003. A los actos asistieron cientos de fieles devotos.

Al ser elegido en 1970, Juan Jódar Tobal, Alcalde de Lorca y por incompatibilidad manifiesta tiene que dejar su cargo de presidente del Paso Encarnado y es elegido para sucederle Pedro Jódar Serrano (1970-1985).

La nueva Junta Directiva, en Asamblea General celebrada el 18 de marzo de 1972, propone nombrar al Regimiento Mallorca nº 13, con guarnición en Lorca, Hermano Mayor de Honor del Paso Encarnado, atendiendo a las extraordinarias colaboraciones que de esta Unidad Militar, de tanta raigambre lorquina y “rabalera” venía prestando a los “encarnados”. En correspondencia, el Regimiento impone a la Stma. Virgen de la Soledad, la Medalla de Oro del mismo.

En mayo de 1985 le sucede como presidente Jerónimo Gil Arcas (1985-1997) quien, apoyado por su Junta Directiva y con la aprobación por la Asamblea General, siendo Coronel del regimiento Mallorca nº 13 y Hermano Mayor de la Cofradía José Faura Martín, llegan al acuerdo de que a partir de 1987, soldados de reemplazo del Regimiento porten al Stmo. Cristo de la Sangre sobre hombros. A tal fin se construye un trono de andas que se encargó al artista granadino Eduardo Espinosa, quien lo realiza entre 1986 y 87 en su taller de Granada.

El acuerdo alcanzado fue plasmado, y debidamente firmado por ambas partes, en un artístico pergamino realizado por el artista local Francisco Salinas Correas, que actualmente se conserva en el despacho del presidente del Paso Encarnado, sito en la Casa-Museo.

Desde el año 1990 se viene realizando durante los cinco primeros viernes de la Cuaresma, un Vía Crucis que, partiendo de la iglesia de San Cristóbal y con itinerarios diferentes, recorre las calles del Barrio. Los fieles portan sobre sus hombros al Cristo “rabalero”.

La Asociación de Damas de la Virgen de la Soledad se constituye en marzo de 1994, siendo elegida presidenta Rosa Mínguez Lizarán, ocupándose primordialmente de todo lo concerniente a la Virgen (culto, capilla, vestuario, enseres y preparativos para procesionar).

En este año la Archicofradía recibe la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de la Región d Murcia y la Medalla de Oro de la Ciudad de Lorca, por su trayectoria y participación en las Procesiones de la Semana Santa de Lorca, o en los para mi mal llamados Desfiles Bíblico Pasionales de Lorca.

Debido a la desaparición en 1996 del Regimiento Mallorca nº 13, en ejecución de los nuevos planes de Defensa, el Paso crea un nuevo grupo de portapasos, para sustituir a los soldados que venían ejerciendo la tarea de portar al Stmo. Cristo de la Sangre, en trono de andas. Así nace, gracias al gran interés despertado en los jóvenes del Barrio, la Hermandad de Costaleros del Stmo. Cristo de la Sangre que adoptaron como uniforme el de Infantería de época, con el que el Rey Alfonso XIII Juró Bandera y más tarde el Príncipe de Asturias Don Felipe de Borbón.

La última Imagen que se incorpora en 1999 a la Archicofradía, siendo presidente Francisco Jódar Alonso (1998-1999), y es bendecida el 20 de marzo del mencionado año, en la sede religiosa “encarnada” de la iglesia Parroquial de San Cristóbal, es la de Nuestro Señor Jesús de la Penitencia, obra del imaginero murciano José Antonio Navarro Hernández. Con la devota intención de cuidar del culto del Señor de la Penitencia, se funda dentro de la Archicofradía el día 1 de marzo de 1999, su correspondiente Hermandad, siendo elegido Hermano Mayor Esteban Clemente Miras.

El Paso Encarnado incorpora a su procesión del Jueves Santo esta Imagen que tiene sus antecedentes en el Señor de la Penitencia, que procesionaba desde 1757 con la Archicofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, siendo una de las devociones más antiguas de la Semana Santa de Lorca.

La talla, de un naturalismo prodigioso, representa la figura de Jesucristo en el momento de la flagelación, de pie, solo, sin sus verdugos. Lleva las manos atacas a una columna baja con forma de balaustre tal y como empieza a representarse desde el siglo XVII. Merece la atención su belleza corporal y su marcada expresividad que, sin ser altamente dramática, sí que deja apreciar el intenso sufrimiento por el cruel castigo, su estudiada y perfectamente compensada anatomía es otro de los rasgos a destacar junto a su buen modelado, con la masa muscular muy definida y una policromía de brillante encarnación que deja a la vista las múltiples heridas producidas por los latigazos recibidos. Desde el año 2005 procesiona en trono de andas realizado en madera de cedro en el taller de Hijos de Esteban Jiménez.

Un acto típicamente “encarnado” se repite cada año: “La Convocatoria”.

En la mañana del Jueves Santo, el Paso Encarnado, representado por su Bandera y su Junta Directiva, junto a cofrades, simpatizantes y gentes del Barrio, acompañados por la Banda Municipal de Música que interpreta repetidamente el himno de la Archicofradía, “convoca” a su privativa “Procesión del Silencio” a las demás cofradías lorquinas y en pasacalles se dirige hacia el Ayuntamiento, donde en el Salón de Cabildos, el presidente, como máxima autoridad del Paso invita a todo el pueblo de Lorca a acudir al Barrio a presenciar la emotiva salida de su templo del Cristo de la Sangre y a presenciar su paso por las calles del arrabal de San Cristóbal. El Alcalde aprovecha la ocasión para hacer la entrega simbólica de las subvenciones municipales a cada una de las cofradías. A continuación, todas las Banderas de las cofradías presentes en el acto, parten juntas en comitiva a sus respectivas sedes religiosas. Al llegar a cada una de ellas, se le rinde homenaje entonando la Banda Municipal su correspondiente himno y la bandera y su acompañamiento se quedan en su templo. Vuelve la Bandera del Paso Encarnado a San Cristóbal por el puente y entre acordes del himno “rabalero” recuerda a quien la ve y lo escucha que un año más, el “sentimiento encarnado” va a inundar de nazarenos, estandartes, cornetas, tambores, música, flores, luz y devoción, bajo la suprema presencia de la Sagrada Imagen del Stmo. Cristo de la Sangre, las calles del Barrio, que otro año más va a salir la “Solemne y Penitencial Procesión del Silencio”.

El Martes Santo en Lorca no se realizaba ninguna procesión hasta que en 2001, la Junta Directiva de la Archicofradía presidida por José María Miñarro González, decide celebrar, a partir de las 9,30 de la noche un acto procesional que se denominaría “Recorrido Penitencial”, culminando con “El Encuentro” en la plaza de la Estrella, de los tres “pasos” de la Archicofradía. Las Sagradas Imágenes del Stmo. Cristo de la Sangre y Ntro. Señor Jesús de la Penitencia, se acercan por la calle Mayor a la plaza de la Estrella donde se encuentran con la Madre, la Stma. Virgen de la Soledad Coronada.

Los bordados en la Archicofradía son de especial interés por su estilo singular, que venimos en definir como “barroco mediterráneo”.

Reseñamos entre los más representativos, por orden cronológico de su incorporación al inventario del Paso Encarnado los siguientes:

El estandarte del “Medallón del Cristo” o también llamado internamente el “Estandarte Guión” (1940), bordado en sedas y oro bajo la dirección y boceto de Emiliano Rojo, siendo presidente del Paso Juan Jódar Poveda. Se bordón en el taller situado en la calle del Charco de Juana Rojo. Actualmente precisa de una restauración a fondo si no se quiere perder esta muestra tan peculiar del bordado lorquino.

Siendo presidente Juan Jódar Tobal se incorporan al Paso importantes bordados. En 1959 se confecciona el grupo de los “nazarenos del Vía Crucis”, catorce túnicas y capuchones de terciopelo color encarnado, sobre bocetos de Diego Martínez Meca y dibujo de José Luís Bayonas. En abril de 1959 se comienza a bordar una de las banderas más importantes de la Semana Santa lorquina. Se encarga el proyecto a Diego Martínez Meca, el cual bajo su pensamiento y boceto, encargó un dibujo de la escena del Calvario a Don José Luís Bayonas y otro de una guirnalda de flores a Emiliano Rojo. La parte posterior de la bandera presenta el emblema de la Archicofradía, obra del ebanista Pedro Lizarán Moreno. La cara principal de la bandera esta bordada en sedas y oro y la posterior en oro únicamente.

Durante el mandato de Gerónimo Gil Arcas se acomete la restauración de la Bandera, la renovación de las catorce túnicas del “Vía Crucis”, conservando los motivos de las catorce Estaciones pero cambiando el entorno bajo nuevo diseño de Carmelo Miñarro Sánchez (1989) y en 1993 se estrena un nuevo estandarte el Cristo bordado en sedas y oro obra de Santiago Cruz Pallarés y Andrés Nicolás Moreno, acompañado de cinco túnicas bordadas en oro.

A partir de iniciarse uno de los primeros proyectos que se acometieron durante la presidencia de José María Miñarro González (1999-2006): la fundación del Taller-Escuela de Bordados del Paso Encarnado, la Archicofradía comienza a disponer de su propia producción artística en cuanto a bordados se refiere. El Taller se inaugura el 6 de septiembre de 1999 en la ermita de la Madre de Dios de la Peña, cedida para este fin al Paso por el Excmo. Ayuntamiento de Lorca. El presidente encargó la puesta en marcha del Taller a Rosi Valdivieso Peña y Domingo Sánchez Vallejo que permanecen como Jefe de Taller y Gerente del mismo durante los siete años que duró el mandato de José María Miñarro.

En el transcurso de este periodo el Taller, que cuenta con una sección de bordados y otra de costura, dota al Paso Encarnado de importantes piezas que enriquecen su patrimonio. Entre ellas hemos de mencionar el llamado tercio de “Nazarenos de Diario”, sobre diseño de Luis J. Chiconé Molina; la renovación de las túnicas de terciopelo de todos los grupos de nazarenos existentes; tres reposteros para el ornato de la iglesia de San Cristóbal; galas de los balcones de la nueva Casa-Museo; diversas túnicas de mayordomo del Paso, encargadas y sufragadas por cofrades para su uso personal; enaguas para la Virgen y capa pluvial para la Parroquia, bajo diseño de Rosi Valdivieso; “Estandarte de la Penitencia” de estilo clásico en Lorca: medallón central (en este caso ovalado)y una decoración alrededor bordada en oro con motivos vegetales con pequeños calados en los lados y túnicas portaestandartes, desinteresadamente dirigidos por Eduardo Montesinos Pérez-Chirinos estrenados el 2004; uniformes y guión de la Guardia Pretoriana con boceto de Miguel López Díaz; Capa para el cabo de la Banda Romana diseñada por Domingo Sánchez Vallejo y otros trabajos de mantenimiento de diverso vestuario y enseres.

Se inicia también el nuevo estandarte de la Virgen de la Soledad sobre boceto y dirección de Eduardo Montesinos que, tras numerosas modificaciones del proyecto inicial que distorsionaron amplia, y en mi opinión, negativamente la primitiva idea, se termina de bordar en el 2007, bajo la presidencia de Fulgencio Soler Díaz.

En el 2006 entra como nuevo responsable del Taller y, hasta nuestros días, Juan Miguel Bayonas López, acometiendo como primeros trabajos diversas túnicas de mayordomo. Entre el año 2007-2008 se borda un nuevo manto para la Virgen de la Soledad bordado en oro sobre terciopelo negro y cuatro túnicas portaestandartes para la “Penitencia” diseñadas por Luis Chichoné y Juan Miguel Bayonas. En el 2009 se inicia un proyecto de un tercio de nazarenos para acompañar al Cristo de la Sangre que llevan medallones en sedas con las figuras de los Apóstoles.

Francisco Jódar Alonso (1998-1999) acomete, en su breve permanencia al frente de la Archicofradía, uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años. Gestiona y adquiere el inmueble sito en calle Eulogio Periago, nº 2, de Lorca, para ubicar en el corazón del Barrio de San Cristóbal, la que sería Casa-Museo del Paso Encarnado.

La Casa-Museo se comienza a construir, sobre el solar resultante de la demolición total del inmueble reseñado, pero conservando el aspecto exterior del antiguo edificio, siendo presidente José María Miñarro González y con la importante colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Lorca, por entonces regido por Miguel Navarro Molina. Numerosos cofrades, empresas e instituciones, intervienen desinteresadamente en su obra, unos con la aportación directa de su trabajo y las otras por donaciones en materiales y efectivo. El edificio es bendecido e inaugurado oficialmente por el Obispo de Cartagena, Don Manuel Ureña, el día 10 de marzo de 2002, asistiendo a los actos más de dos mil personas.

La Junta Directiva de Francisco Jódar, confeccionó y dio curso ante el Obispado de Cartagena (Murcia) los primeros estatutos de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre. Paso Encarnado, que se inscriben en el correspondiente Registro de Entidades Religiosas del mencionado Obispado, en la Sección de Hermandades y Cofradías con el número COF-0096 y fecha de 22 de enero de 1998.

Los Estatutos recogen en su Artículo 4 que el emblema-insignia de la Archicofradía es “un Cáliz dorado del que emerge un Crucifijo que irradia un aura de luz, simbolizando el Vaso Sagrado donde se contiene la Preciosísima Sangre de Cristo, y la Cruz es sobre la que nuestro Señor la derramó para salvarnos”. El himno oficial del Paso Encarnado (Artículo 5) ““es el pasacalles cuya composición se atribuye al maestro José Mateos Heredia, y cuyo título es “Viva el Barrio””.

Después de la Erección Canónica y aprobación de sus Estatutos ad experimentum por tres años, Don Manuel Ureña Pastor, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Cartagena (Murcia), y a la vista de la solicitud presentada por el presidente José María Miñarro González, dicta el Decreto de aprobación definitiva de los Estatutos de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, el día 26 de febrero de 2002.

El Paso Encarnado utilizaba desde el año 1999, algunas de las instalaciones del antiguo cuartel del Regimiento Mallorca nº 13 para guardar sus tronos y como locales de ensayos de sus bandas de música, pero teniendo que dejarlas después de la Semana Santa de 2007, por la apremiante iniciación de las obras del nuevo Campus de Lorca, hubo que acometer otro de los proyectos más importantes de la Archicofradía, para dotarla de un moderno espacio para guardar los tronos, salas de música y otros servicios complementarios, sobre una finca cedida por la Comunidad de Regantes de Lorca en la diputación de Río, que contó con una importante colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Lorca, presidido por Francisco Jódar Alonso, y de numerosas empresas y cofrades. Las instalaciones fueron inauguradas en octubre del 2007.

A petición de la Hermandad de Costaleros y como conmemoración del año Jubilar del año 2000, la Junta Directiva por mayoría toma el acuerdo, ratificado días después por la Junta General Ordinaria del Paso Encarnado, de que el Stmo. Cristo de la Sangre, acompañado por la Stma. Virgen de la Soledad, presida la representación que procesiona en la noche de Viernes Santo por la “carrera oficial”, recuperando así una tradición perdida de años pasados.

La música procesional ha constituido desde siempre un quehacer fundamental de las directivas encarnadas, en su preocupación constante por mejorar y engrandecer la participación de la Archicofradía en las Procesiones de Semana Santa. Puede decirse que el Paso Encarnado ha marcado una impronta en la evolución musical de las procesiones de Lorca, con un estilo propio, inconfundible y sobre todo coherente. Los “coloraos” cuentan hoy día con tres magníficas bandas:

Su prestigiosa Banda Romana de Tambores y Cornetas, considerada como “buque insignia” del Paso Encarnado, es fundada en 1955, uniformada con trajes romanos de la época de Trajano, sobre bocetos de Diego Martínez Meca.

La Banda de Tambores, Cornetas y Gaitas de la Hermandad de Costaleros del Stmo. Cristo de la Sangre, que procesiona por primera ve en el año 2000, que visten el mismo uniforme los Costaleros del Cristo y que ha partir del año 2005, se ha reconvertido en una muy prestigiosa agrupación musical, reconocida dentro y fuera de Lorca.

Y con la incorporación de la más moderna de ellas se completa esta trilogía de grupos musicales: La Banda Femenina de la Stma. Virgen de la Soledad, Paso Encarnado.


La Procesión del Silencio.-

Para entender la idiosincrasia de las gentes del Barrio de San Cristóbal es necesario visitarlo en la madrugada del Jueves al Viernes Santo. Estar en el atrio de la iglesia Parroquial antes de las 12 de la noche y presenciar la salida de la estación de penitencia de la Muy Ilustre Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre.

El Paso Encarnado, a través de su historia, día a día, año tras año, ha sabido ganarse su “sitio” dentro de la mundialmente conocida Semana Santa de Lorca. Seguramente nunca llegará a presidir un día de procesiones que desfilen por la llamada “carrera oficial”. En mi modesta opinión: ni falta que le hace.

No por menospreciar esta posibilidad sino porque entiendo que el Paso Encarnado se debe a su Barrio, su privativa procesión del Jueves Santo es el contrapunto de las de la ciudad. En la “carrera”.....pasión......locura colectiva......grupos bíblicos.....riqueza......bullicio.....gritos.....blancos...azules....o azules y blancos. En el Barrio.....silencio.....devoción callada.....ahogos en las gargantas......miradas de amor.......y el cantar de las saetas. Es una procesión eminentemente religiosa, diríamos que del estilo de las de la fronteriza región andaluza.

La “procesión del Barrio” contrasta con el clamor popular del resto de los desfiles bíblico pasionales lorquinos y tiene lugar bajo un ambiente de recogimiento solo roto por el sonido de la música pasionaria y por los cantaores que, a lo largo de su recorrido, dedican sus saetas a las Sagradas Imágenes que ante ellos, apostados en diversos balcones del recorrido, van pasando en la noche más “rabalera del año”.

La “Saeta en el Silencio” se introdujo en el año 1999, siendo presidente Francisco Jódar Alonso.
Abre el cortejo el “Trono Guión” del Paso Encarnado que, habiendo desaparecido en el orden de procesión, es nuevamente incorporado en el año 2000 por la Junta Directiva de José María Miñarro. A continuación:
Banda Municipal de Música.
Estandarte del “Medallón”.
Las excelentes y nutridas representaciones de todas las cofradías de Semana Santa de Lorca.
Estandarte de la Virgen de la Soledad.
Tercio de Nazarenos.
Banda de Tambores y Cornetas de la Virgen de la Soledad.
Grupo de Relevos de Costaleras.
Trono de la Stma. Virgen de la Soledad Coronada.
Grupo de Damas de la Virgen de la Soledad ataviadas con la mantilla española.
Estandarte de Ntro. Señor Jesús de la Penitencia.
Trono de Ntro. Señor Jesús de la Penitencia.
Bandera del Paso Encarnado.
Estandarte del Cristo de la Sangre.
Representación de la “Coloraos” de Murcia.
Tercio de Nazarenos del Vía Crucis.
Agrupación Musical de Costaleros del Cristo de la Sangre.
Trono del Stmo. Cristo de la Sangre.
Grupo de Relevo de Costaleros.
Grupo de Picas de Costaleros.
Nazarenos de Cierre.

Con pequeñas modificaciones este podría ser, año tras año, el orden de la Procesión de Silencio.

Y este ponente concluye aquí con la misión encomendada con el ruego antes, a manera de los antiguos autores, de que sepáis disculpar los innumerables yerros, licencias y omisiones en que haya podido incurrir este humilde en sí, pero orgulloso por lo que representa ser, cofrade del Cristo de la Sangre.
¡Viva el Cristo de la Sangre!


Conclusiones

 Queda probada la condición de Archicofradía la del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, de Lorca (Murcia), con la aprobación canónica definitiva de sus Estatutos, por el Obispo de Cartagena (Murcia).
 La Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, de Lorca (Murcia), tiene sus orígenes en el año 1863, con la creación de la “Hermandad de Nazarenos Coloraos”.
 Por la devoción popular que al Stmo. Cristo de la Sangre le dispensan las sencillas y laboriosas gentes de su Barrio de San Cristóbal, de Lorca (Murcia), instamos a la Junta Directiva del Paso Encarnado, solicite del Excmo. Ayuntamiento de Lorca, el nombramiento de “Alcalde Pedáneo Perpetuo del Barrio” al máximo exponente del “orgullo rabalero”, a favor del Stmo. Cristo de la Sangre.

Lorca, 5 de marzo de 2011.

Domingo Sánchez Vallejo

Bibliografía.-
 Actas del la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado (1998-2011).
 Revistas de la Semana Santa de Lorca.
 Barrio de San Cristóbal, su vida, sus industrias, sus gentes. Maruja Sastre Fernández. (2006).
 Pasión rabalera en Lorca. Paso Encarnado. (1996).
 Hacia el Tercer Milenio. Memoria 1999-2003. Paso Encarnado. (2003)
 Perspectivas de la Semana Santa de Lorca. Domingo Munuera Rico, Manuel Muñoz Clares y Eduardo Sánchez Abadíe. (2005).
 Lorca. Cámara Oficial de Comercio e Industria de Lorca. (1985).


Curriculum vitae

Fecha de nacimiento: 29 de noviembre de 1942.

Lugar: Baza (Granada).

Titulaciones académicas:

Bachiller Laboral Instituto “José de Mora” de Baza (Granada).
Maestro de Primera Enseñanza. Escuela Normal de Magisterio “Pablo Montesinos”. Madrid.
Licenciado en Educación Física y Deportes. Instituto Nacional de Educación Física. Madrid.

Vida profesional:

Preceptor de la Universidad Laboral “Quinto Sertorio” de Huesca. (1964-1965).
Profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria “Santo Reino”, de Torredonjimeno (Jaén). (1965-1975).
Profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria “San Juan Bosco”, de Lorca (Murcia). (1975-1985).
Jefe de los Servicios del Ministerio de Cultura, en Lorca (Murcia). (1975-1982).
Director de las Aulas de la Tercera Edad de Murcia. Extensión de Lorca. (1977-1982).
Presidente de la Comisión Local de Patrimonio Histórico-Artístico de Lorca (Murcia). (1978-1982).
Funcionario del Cuerpo Superior de Administradores de la región de Murcia. (1982-2007).
Jefe de la Oficina en Lorca de la Consejería de Cultura y Educación de la Región de Murcia. (1983-2002).
Funcionario adscrito a la Oficina de la Inspección de Educación de Lorca (Murcia). (2002-2007).

Vida sociocultural:

Presidente Fundador del Club Polideportivo “Altius” de Torredonjimeno (Jaén). (1966-1975).
Secretario General Técnico del Centro de Estudios Lorquinos”. (1977-1980).
Secretario de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, de Lorca (Murcia). (1999-2003).
Gerente de la Escuela Taller de Bordados del Paso Encarnado, de Lorca (Murcia). (1999-2005).
Vicepresidente de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, de Lorca (Murcia). 2003-2005).
Pregonero oficial de la Semana Santa de Baza (Granada). (2005).
Pregonero de los Horquilleros y Costaleros de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Misericordia, María Stma. de la Soledad y Jesús Resucitado, de Baza (Granada). (2008).

viernes, 23 de octubre de 2009

Trono del Stmo. Cristo de la Sangre

Trono del Stmo. Cristo de la Sangre, realizado en madera de cedro por Hijos de Esteban Jiménez, de Baza (Granada)
Encargado por el Paso Encarnado, de Lorca (Murcia) siendo su presidente, Don José María Miñarro González.